Los niños del Bronx sufren de asma. Esto es lo que necesita saber.
Sibilancias después de jugar afuera. Dificultad para respirar mientras canta una canción favorita. Opresión o dolor en el pecho. Si ha notado estos síntomas en su hijo, es posible que tenga asma.
El asma es una enfermedad pulmonar a largo plazo que hace que los bronquios (o las vías respiratorias) tengan espasmos e inflamación. Imagínese apretando con fuerza un rollo de toallas de papel y luego tratando de soplar aire a través de él. Cuando tiene asma, sus vías respiratorias se estrechan y dificultan la inhalación y exhalación. El asma puede ser mortal y no tiene cura, pero un tratamiento eficaz puede aliviar los síntomas y prevenir los ataques de asma.
El asma afecta a alrededor de 1 de cada 10 niños en Estados Unidos
Alrededor de 7,5 millones de niños en los EE. UU. se ven afectados por el asma, y el Bronx tiene las tasas más altas del país. Los estudios muestran que el asma afecta en gran medida a los pobres, los ancianos y los afroamericanos, hispanos e indígenas estadounidenses, grupos que habitan en gran medida en nuestros vecindarios. Los niños del centro de la ciudad tienen más probabilidades de nacer prematuramente y están más expuestos a alérgenos como la contaminación del aire, el polvo, ciertos alimentos, el humo de segunda mano y las cucarachas y otras plagas. Otros factores, como la genética, la discriminación racial y el acceso a la atención médica, también contribuyen a tasas más altas de asma.
Causas y síntomas del asma
Aunque se desconoce la causa exacta del asma, los síntomas a menudo comienzan en la niñez antes de que el sistema inmunitario se haya desarrollado por completo. Los desencadenantes varían de persona a persona y una serie de factores pueden afectar el desarrollo de los pulmones de los niños. Los alérgenos, como el polvo o la caspa de mascotas, son causas comunes. Algunas personas también desarrollan síntomas de asma en respuesta a ciertos alimentos o al ejercicio. Los antecedentes familiares, la exposición a alérgenos e incluso resfriarse u otro virus pueden aumentar las probabilidades de que los niños desarrollen la condición.
Los síntomas del asma varían de persona a persona. Su hijo puede experimentar episodios de tos, sentirse débil con poca energía, sibilancias (silbidos al respirar), estar irritable y tener problemas para comer o beber. Durante un ataque de asma (cuando los síntomas empeoran), la tos y la dificultad para respirar pueden empeorar. Los niños pueden tener dificultad para respirar, hablar y pueden ponerse pálidos o azules. Cuando esto sucede, es importante buscar ayuda médica de inmediato.
El tratamiento adecuado puede marcar la diferencia
Si no se trata, el asma pediátrica puede hacer que los niños falten a la escuela, vean al médico con más frecuencia o incluso sean hospitalizados. También puede causar daño pulmonar permanente. El asma no es curable, pero puede controlarse bien con un tratamiento eficaz.
El Asthma Center utiliza un enfoque de equipo completo para brindar la mejor atención a los pacientes. Su equipo incluirá un médico certificado por la junta en alergia e inmunología que se especializa en el tratamiento del asma, una enfermera registrada, un terapeuta respiratorio y un asistente médico. Después de que se confirma un diagnóstico de asma, nuestro equipo desarrolla un plan de acción para cada paciente para tratar y controlar la enfermedad.
Nuestros especialistas en asma del Center for Comprehensive Care de SBH trabajan con los pacientes para crear un plan de acción contra el asma, que puede incluir:
- Pruebas de diagnóstico de alergias para desencadenantes del asma
- Pruebas de función pulmonar (pruebas de respiración)
- Orientación sobre medicación y tratamiento
- Consejos para evitar desencadenantes
- Saber qué hacer cuando los síntomas empeoran
Con el plan de manejo adecuado, los niños con asma pueden controlar la condición y vivir la mejor vida posible. Si usted, su hijo o alguien que conoce tiene problemas de asma, comuníquese con nosotros en el Center for Comprehensive Care de SBH por teléfono al (718) 960-3730, de lunes a viernes de 9 a. m. a 5 p. m.